Una mariposa simboliza el viaje de nuestro cuerpo terrenal hacia lo espiritual, renunciando a las limitaciones mentales y emocionales para dirigirnos a la inmortalidad, el renacimiento y la resurrección.
En otras palabras es el reconocimiento y la expasión de nuestro propio ser, nuestra esencia, alcanzando la experiencia de libertad, equilibrio y armonía en nosotros mismos, porque la única forma de ser feliz es viviendo nuestra propia vida, recuperando nuestros sueños y anhelos, eliminando lo que no es nuestro ni nos pertenece dándonos así una nueva oportunidad de vida, es así es como se vive una terapia psicológica.